Categoría: Narrativa (Página 8 de 8)

Ascender hacia abajo: El juego del mono, por Juan Carlos Méndez Guédez

“Con esta pieza Pérez Zúñiga confirma el personalísimo y excelente camino creativo que ya esbozaban sus anteriores novelas. El juego del mono es literatura en estado puro. Un libro para paladares no embrutecidos por el realismo periodístico o por el costumbrismo digital que se exalta en los espacios más frívolos de la actualidad cultural”. Juan Carlos Méndez Guédez, en El perseguidor, página 7.

Félix Romeo camina por páginas en blanco

No tener las palabras que vendrían.

Está la calle igual, la puerta del teatro, los pasos, el tráfico, las farolas, el quiosco.

(Bueno, no, el quiosco ha cerrado: está su cáscara vacía, con persianas).

Félix Romeo habla conmigo ante la puerta del teatro, era otra vez noviembre, las hojas más amarillas que ahora, mojadas en el suelo por la última lluvia.

Y noviembre ha dado la vuelta al mundo para llegar a este octubre: está la calle igual, los pasos, el tráfico, pero se ha doblado el vacío.

La ausencia de palabras es densa.

Como si todas las aceras estuvieran cubiertas por páginas en blanco.

Y ya no hubiera escritura: sólo la huella de los zapatos de Félix, que ha salido del barro, de prisión, de un bar, de una novela, y ahora camina invisible de ciudad en ciudad.

(El dueño pálido de la tabaquería, en Fronterad).

La medicina de Tongoy sobre El juego del mono

«La típica novela cabrona que obliga al lector a dejar algo de sí en ella; aquella que además de una historia deja un perfume, un aroma, un motivo para volver sobre sus páginas en busca de señales ocultas que de ser encontradas deberemos también desgranar, tamizar. (Una suerte de adictiva trampa mortal.) La novela de Zuñiga es una novela inteligente, infinita, escrita con la doble intención de provocar en el lector una reacción, un efecto, un cambio.»

La medicina de Tongoy

«El juego del mono», por Javier Puebla.

«El escenario, La Línea, junto al peñón de Gibraltar, es perfecto para una novela de aventuras y acción. Y hay acción y aventura, y también hay literatura, porque Pérez Zúñiga sabe mucho –demasiado pensé la primera vez que lo leí– de literatura, pero sobre todo lo que hay tras El juego del mono es un escritor. Hay tan pocos escritores de verdad… en España no creo que lleguen ni a los veinte. Un escritor de verdad es, sencillamente, alguien que tiene algo propio y único que escribir o decir. Zúñiga lo tiene. Lo he leído o escuchado y he sentido un orgullo estúpido, apenas lo conozco, porque otro escritor, español como yo, que utiliza mi misma lengua, sea capaz de crear un juego que hipnotiza, y es verdad, con El juego de mono. Su última novela, con la piel verde y las tripas bien tensadas, es un lujo y placer para cualquier lector “con luz”, que diría él, un libro maduro y poderoso. En suma: excelente.» Javier Puebla.

http://cambio16.es/not/680/ernesto_perez_zuniga__excelente/

Entradas siguientes »