Publicada por Kailas, Madrid, 2004, y Puzzle, Barcelona, 2005.

Versión corregida en Editorial Musa a las 9, 2011.

Santo Diablo es una novela de grandes pecadores, de grandes enajenados, y también de redentores que tropiezan con una realidad que no pueden controlar

Vulturno es una ciudad situada en algún rincón ibérico, en una época tan próxima a la guerra civil que después de los hechos narrados nunca sucederá nada. Un grupo de jornaleros anarquistas prepara la revolución contra el “Amo”, don Luis Sánchez León y Bontempo, propietario ancestral de la tierra y de los destinos de quienes la habitan. De un lado, el cacique enloquecido que trata de adherirse todas las fuerzas de la ciudad para sofocar la rebelión. Del otro, los miembros del Sindicato y Manuel Juanmaría, su líder natural entregados a una causa tan necesaria como desesperada. Es la España invertebrada, la de las desigualdades sociales insalvables, pero también la de la legitimación de la lucha de clases. Una ficción sobre nuestra Historia que invita a reflexionar en torno a los conflictos sociales.

Capítulo 1

Cañoncito Pum

(Día)

Sombrero en mano, rodilla fría, en el pasillo central de la iglesia, Cañoncito Pum alzó sus ojos hacia la imagen lujosa de María Auxiliadora y pidió socorro para depurar la puntería. Imaginó los dedos celestes acariciando un vértigo de balas hacia la frente de su enemigo, y bajando la mirada sonrió, y gozándose se incorporó al tiempo que se santiguaba.

Obedientes a la orden de ese gesto, también se levantaron tres hombres que guardaban con arrobo la espalda del Amo. Los cuatro vestían traje blanco, sombrero blanco. Los cuatro, Cañoncito Pum en cabeza, se encaminaron con paso firme hacia la salida del templo. El automóvil, que parecía de aceite rojo bajo el día radiante, esperaba con el motor en marcha al pie de los escalones. Tenía faros enormes y radios de madera. En la puerta de la izquierda vibraba con el motor una ametralladora que Iván el Abubilla había instalado por orden tajante del señorito. Había dicho Cañoncito Pum, templándose:

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