XVI Premio Internacional de Novela Luis Berenguer.

Publicada por Algaida, Sevilla, 2007.

Lumbres es un pueblo casi abandonado junto al que se acaba de levantar una moderna urbanización, y donde sobreviven cuatro ancianos atormentados por años de soledad y perturbación. Pero pronto se revelará como un territorio mágico donde convergen dos universos paralelos: el de los vivos -tres generaciones que indagan el sentido de su existencia- y el de los Oculto, ansiosos de sangre caliente, que acechan el fluir de la vida y cuya presencia provocará pasiones inconfesables.

En El segundo círculo del Infierno de Dante moraban los espíritus lujuriosos. Y los personajes de El segundo círculo se enfrentarán con el enigma más inquietante del ser humano: el deseo; el deseo como pasión, como aventura, como evasión, y también el deseo como pérdida, idealizado en las seductoras imágenes de los mitos del cine.

Mediante una desasosegador relato de intriga y misterio, Ernesto Pérez Zúñiga entreteje una sobrecogedora alegoría sobre la naturaleza humana que mereció el XVI Premio Internacional de Novela Luis Berenguer.

Capítulo 1

{Pasamos sobre el cementerio y las pizarras de Lumbres. Veníamos desde los rayos del sol que acababa de amanecer sobre la Sierra Negra, una gigantesca sombra de barro y minerales. Ayer habíamos escuchado la fiesta que inauguraba la urbanización –como si estuviéramos sumergidos en el mar más profundo y alguien tocara un tambor fuerte y alegre en la superficie- y ahora veníamos sobre el césped de la piscina desierta que tenía forma de pentágono –como si el diseñador hubiera seguido las instrucciones de una profecía-; veníamos sobre la pista de tenis ocupada ya por los dos veraneantes más madrugadores, que estrenaban zapatillas, raquetas y el suelo ocre que pisaban; veníamos sobre los jardines de flores importadas, sobre las placas solares de los tejados, negros también como los campos y el pueblo, Lumbres, casi en abandono, negros como el nombre propio de la urbanización, Sierra Negra, que había sido robado a la montaña. Y esperamos a que todo el mundo estuviera despierto.}

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